Por Yago,

¿Qué ocurre cuando se junta la pasión por la música y la artesanía?

Pues un producto distinto a todo lo que  estamos acostumbrados a ver en el mundo de los amplificadores para auriculares.

Erzetich Audio es una marca eslovena  relativamente joven http://www.erzetich-audio.com/. Su fundador y único trabajador, Blaz Erzetich, es un ingeniero  electrónico apasionado de la música, que busca con sus amplificadores, el mayor disfrute de la escucha, pero sin olvidar nunca la fidelidad a la grabación original.

Él mismo es el responsable de todo el proceso  de diseño y montaje en toda su gama de amplificadores, testando una a una todas las unidades acabadas antes de su comercialización, para verificar que todas las medidas sean las adecuadas y por lo tanto, su rendimiento sea óptimo.

DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN

 

El Bacillus Tilia es el modelo de la gama que sin duda más me ha llamado la atención desde un principio. El diseño entra por lo ojos, la
combinación de madera envejecida junto con el frontal de metraquilato da como resultado un un conjunto elegante y con un toque artesanal.

Cada pieza de madera es envejecida artificialmente de manera totalmente artesanal, aplicándole 7 capas de distintos barnices para darle un acabado único a cada pieza, y por lo no habrá un Bacillus Tilia igual a otro.

Este bonito acabado es un homenaje que Blaz ha querido hacerle a uno de los símbolos más destacados de Eslovenia, el árbol Tilo.       El conjunto estético consigue que el Bacillus Tilia no sólo sea un amplificador de auriculares, si no que también reclame su lugar en nuestro escritorio/mueble como un bonito elemento decorativo.

Las dimensiones son bastantes compactas (130 mm  x  90 mm  x  160mm) algo que unido a su peso de aproximadamente 1 kg, lo hacen bastante transportable, así que dado el caso podríamo llevarlo de casa a la oficina, por ejemplo.

En la parte delantera con frontal de metraquilato distinguimos el potenciómetro de volumen en el centro, con un tamaño generoso y un ajuste muy suave y progresivo. La entrada única de Jack es de 6,3mm, y una vez encendido junto al potenciómetro, un pequeño LED blanco se ilumina, con la intensidad de brillo perfecta para mi gusto, algo que aporta un toque de elegancia.

En el panel trasero se opta por la funcionalidad, con las entradas RCA y el interruptor de ON/OFF como únicos elementos.

 

Con el empleo de componentes de alta calidad, la construcción a nivel de circuito es excelente también, optando por la eficiencia, algo que se refleja en su bajo consumo de sólo 3W.

Para las conexiones de entrada se usa cableado de plata, los condensadores son de la marca Obbligato y potenciómetro Alps . Por otro lado opta por el que es sin duda, mi Opamp favorito, el OPA627.

 

SONIDO

Aquí viene la parte más importante quizás, en las que veremos si esta bonita estética le acompaña un rendimiento sonoro a la altura.

El equipo utilizado para esta valoración es el siguiente:

-Fuente, Asus 1225B

-DAC: Yulong D100 II, JDSLabs ODAC

-Cableado de interconexión, RCA WireWorld Solstice 0,5m

-Auriculares: Hifiman HE 400, Sennheiser HD650

Todos los archivos utilizados están en formato FLAC y he tratado de tocar todos los géneros.

Especificaciones del Bacillus Tilia:

Impedancia de salida: 42 Ohm
Potencia de salida: 181.5 mW (8 ohm) 161 mW (600 ohm) 
Respuesta en frecuencia :  3 Hz-500 kHz, -1dB
Consumo: 3W
Máx. voltaje de entrada: 3 Vpp
Máx. voltaje de salida: 3.8 Vpp (8 ohm),
27.8 Vpp (600 ohm) 
SNR: >89 dB

Como bien indica Blaz Erzetich, su carácter es sedoso y neutral. Son exactamente las dos palabras que mejor definirían al Bacillus Tilia.

Es un sonido muy fácil y agradable que proporciona una escucha tranquila y nada fatigante.

Desde un primer momento he notado que la sinergia con los Hifiman HE-400 y los Sennheiser HD650 es realmente destacable,  se acopla muy bien al carácter de ambos auriculares, con una zona media sedosa, unos agudos con una gran extensión y suavidad junto con un grave muy natural.

Una de las cosas que más me ha sorprendido es la capacidad que tiene de ofrecer un nivel de detalle muy alto, pero sin caer en la excesiva neutralidad o frialdad del sonido, de hecho tiene una ligera inclinación hacia el lado cálido, pero en su justo punto.

Es un ampli para sentarse a escucharlo y disfrutar sin más preocupaciones, no requiere de una gran atención si no que el oído se adapta a su sonido, y antes de que te des cuenta ya estás siguiendo el ritmo con los pies. La linearidad y la coherencia en el sonido están presentes en cada escucha, todo está en su lugar presentado en un mismo plano con una buena extensión, realmente creíble y natural.

El timbre es excelente, viéndose favorecidos los instrumentos de cuerda (arpas, violines,violas) No hay nada priorizado en el plano, todo tiene su lugar y su importancia, por lo tanto no encuentro unos medios adelantado, ni agudos ni graves sobredimensionados.

La zona grave destaca por su fluidez y definición. En las primeras escuchas echaba en falta un poco de pegada, algo achacado sin duda de la falta de rodaje, ya que, una vez pasadas las 75 horas los graves se han soltado notablemente y aunque no alcance los niveles de pegada de otros amplis, para mí desde luego es más que suficiente, sobre todo con los Hifiman que van muy bien servidos en este aspecto. Es un grave que acompaña y llena la escena, no son ni lentos ni rápidos, si sitúan en un punto intermedio.

La zona media se presenta de una manera suave y muy progresiva, las voces gozan de una muy buena articulación y al igual que los instrumentos suenan extremadamente naturales y vivas. Viéndose ligeramente favorecidas las masculinas, debido en parte, a ese toque hacia el lado cálido del sonido.                                                                                                                                                                                               Por otro lado las voces femeninas con un perfil más grave como las de Susannah MrCorkle suenan de manera espléndida, escuchar el tema “Manha de Carnaval” o “The Waters of March” ha supuesto una nueva experiencia,  descubriendo nuevos pequeños detalles que hasta entonces me había perdido, y disfrutando como nunca de la perfecta articulación y el decay presentado con la voz de esta mujer.

En la parte alta destaca la suavidad y la extensión, consigue calmar la ligera aspereza de los Hifiman HE-400 y hace un gran trabajo con los Sennheiser hd650, aportando la sensación de que “llegan más arriba”. No existen silbancias ni artificialidad en los agudos,todo suena de una manera muy analógica.

La dinámica de este amplificador es excelente, sin duda de lo mejor que he podido escuchar hasta el momento. Realmente palpable en un breve tema como es Hyena- The Cinematic Orchestra (álbum The Crimsonwing) las transiciones y los crescendo son naturales y tremendamente disfrutables.

La escena destaca por su amplitud, sí por su coherencia y profundidad. Sin duda habrá otros amplificadores que aporten una escena más amplia y artificiosa, pero bajo mi punta de vista el Bacillus Tilia consigue una puesta en escena muy natural, situándonos en un recinto pequeño más bien pequeño, algo así como un bar en el que escuchamos a un grupo de Jazz.

Todo se desenvuelve en un plano más bien central, con una focalización muy buena y una separación de instrumentos destacable, y que a pesar de que la amplitud de escena no sea su punto fuerte, consigo ubicar todos los instrumentos de manera precisa tanto en piezas de Jazz/Acústico con pocos instrumentos, como en piezas orquestrales.

La polivalencia es otra de sus grandes virtudes. Y es que es un amplificador que no suena mal con ningún auricular ni con ningún género en concreto, consigue un perfecto equilibrio en su rendimiento.

Para su desarrollo, Blaz ha utilizado unos Grado sr325, Sennheiser HD600 y Beyerdynamic DT770 PRO entre otros auriculares. No he tenido el placer de comprobar el rendimiento con los Grado, pero atención fans de la marca, la sinergia parece estar garantizada.

 

CONCLUSIONES FINALES

Realmente estoy muy satisfecho con todas las cualidades de este amplificador, la artesanía  que refleja en su exterior, de alguna manera también se ve reflejada en su interior, con un sonido muy natural, orgánico y sobre todo “vivo”.

Con un precio de 749 euros http://www.erzetich-audio.com/bacillus-tilia_audiophile_headphone_amplifier, quizás no se precisamente barato, pero creo que vale lo que cuesta.                                                                                                                                                               Es un placer descubrir pequeñas compañías que se alejan de lo común, y que sin duda pueden aportarnos cosas distintas a las que podemos encontrar en otras grandes marcas del sector.

La exquisita atención de Blaz Erzetich (respondiendo todas mis consultas casi de manera instanténea) muestra la seriedad y el esfuerzo que está poniendo en su trabajo, algo que sin duda y bajo mi punto de vista es digno de admiración.

 

 

Gracias a todos por vuestra lectura, siempre es un placer,

Yago.

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