Por Yago,
Sí, otra ración de IEM. ¿Os he dicho lo prácticos que son y las cotas de sonido que se consiguen alcanzar? Es un mercado en constante evolución.
Hoy pasan por mis manos los StageDiver SD4, tope de gama de la marca alemana InEar Monitoring, quizás os resulten algo extraños en cuanto a forma, y alguno dirá que demasiado discretos con ese negro de uniforme, pero os adelanto que son más que buenos, excelentes.
¿Precio? Una cantidad que roza los 700 euros tiene la culpa, bajo un configuración de 4 drivers del tipo «balanced armature» por lado. Podéis encontrar esta y más información en la web del fabricante, para los más curiosos:
http://www.inear-monitoring.eu/en/produkte/inear-universelles-monitoring/monitoring-stagediver.htm
La guerra de «a ver quién mete más drivers» parece estar declarada desde hace un tiempo atrás hacia aquí. Esto tiene cierto sentido, pero un IEM multidriver no tiene nada que ofrecer sin una buena implementación de los crossover, y en esto último es donde brillan los StageDiver SD4, que con 4 drivers rinden bastante por encima de lo que reflejan sobre el papel, y es que en ciertos casos menos es más.
Este modelo se conforma con 4 drivers en configuración de doble crossover por cápsula para ofrecer un rendimiento que roza la matrícula. Con una sensibilidad de 120 dB se deja querer por casi cualquier tipo de fuente, llegando a alcanzar casi todo el SPL que queramos, hasta niveles insanos, pese a que nuestro reproductor no sea precisamente potente.
¿Forma extraña?
Si habéis puesto un poco de atención en la morfología de este IEM quizás alguno pueda pensar que estoy analizando un CIEM, pero no es así. Tras recoger cientos de impresiones de todo tipo de personas, la compañía alemana ha realizado una especie de media en cuanto a las medidas y ayudados por escáner 3D, para dar lugar a este modelo con un «fit» prácticamente universal, que presume de rozar el 99% de efectividad.
Así pues nos encontramos con un IEM universal que en cuanto a forma casi podríamos situarlo en el territorio custom, pero esto es algo que no debe asustaros, ya que se ajustan perfectamente, siendo uno de los mejores modelos que he probado en este aspecto, así como también en aislamiento, algo fundamental en el mundo del IEM/inear.
Quizás observando la foto alguno piense que son un poco voluminosos, sobre todo estoy pensando en el género femenino, que cada vez se interesa más por el sonido de calidad (algo que me alegra mucho), pero debo deciros que InEar Monitoring también ha pensado en las personas con orejas más pequeñas ofreciendo una talla «S» para este y todos los modelos de la gama «StageDiver», denominados con la respectiva letra para no dar lugar a confusión. Aparte del menor tamaño de las cápsulas es exactamente el mismo IEM, con exacta configuración y drivers, solo que en un tamaño más contenido.
Packaging y accesorios
Puede que algunos ya lo hayáis visto, pero como siempre un vídeo es mejor que mil palabras, y aquí os dejo el «unboxing» que yo mismo he realizado de nuevo, como siempre invitados a suscribiros estáis:
Una Pelican 1010 para protegerlos, un filtro de limpieza para cerumen (que se vende como extra), acompañado con distintas tips, eso es todo lo que se incluye, si bien se antoja suficiente y encontraremos todo lo necesario.
Tengo que destacar la calidad de las almohadillas incluidas de serie, incluso comparándolas de manera directa con las famosas SpinFit (excelentes también) sigo quedándome con las de serie para los SD4 en concreto, con otro modelo de IEM la historia cambia. Muchas veces esto se pasa por alto pero la calidad y el buen ajuste de las tip son fundamentales para alcanzar un buen rendimiento final.
El cable es muy ligero y con cero microfonías. A su vez no tiene memoria y es ciertamente de los más maleables en cuanto a cables de stock se refiere. También de los que más calidad transmiten en las manos; el trenzado está perfectamente realizado, y la calidad no desmerece en absoluto al conjunto. Pero como siempre he tenido la curiosidad de experimentar con otros cables custom, aprovechando la terminación en 2 pin (la más común), y las mejoras son perceptibles, y por supuesto bienvenidas.
Ajuste y aislamiento
Este quizás es uno de los puntos claves en cualquier modelo inear. Sin un buen ajuste es casi misión imposible tener un buen sonido, sobre todo en cuanto a graves se refiere. Los SD4 con su particular forma a medio camino de un custom se adaptan como un guante y a la primera, son de los IEM a los que más recurrí para mis escuchas diarias durante el tiempo de prueba, incluso en los tiempos de disfrute, fuera de el mero hecho de testarlos. Algo que me sorprendió es que debido a la facilidad de colocación incluso dejé apartados a mis CIEM de referencia, los Vision Ears VE6-Xcontrol, así de fáciles de usar son.
Sonido
Con un configuración de 4 drivers, los StageDiver SD4 se enfrentan sin complejos a rivales un mayor calibre técnico, en cuanto al número de drivers.
Y esto no es algo nuevo en este modelo, toda la gama StageDiver se caracteriza por ello, donde los SD2, modelo del cual se ha partido de base para la creación de este «flagship» de la compañía, ya destacaban por ofrecer un sonido superior al que la configuración de 2 drivers BA refleja.
El secreto como siempre está en dos puntos, la calidad de los drivers y la implementación del «crossover» que en este caso cuenta con dos por cada cápsula, uno repartiendo las frecuencias graves, y el último las medias y agudas.
¿Dónde se puede notar la adición de dos y un driver más con respecto a los SD2 y SD3 respectivamente? Pues fundamentalmente en la separación y definición del grave.
Los SD3 tienen un perfil en «V» bastante marcado, recomendados en el mundo profesional para los percusionistas, por la abundante pegada del grave. Esto lo pude comprobar por mí mismo, con un perfil divertido que los hace muy aptos para estilos más marchosos, como el Rock o electrónica, sin dejar de ser disfrutables con vocal, pero en este apartado se nota que juegan algo fuera de su terreno.
Por contra los SD4 ofrecen una tonalidad general más cercana a los SD2 que a los SD3, algo que alegrará y mucho a los fans del modelo de dos drivers, ya que incluso hay gente que los prefería por encima de los de tres, debido a esa respuesta más neutral y equilibrada.
Coger un SD2, añadirle un grave con el doble de definición y una mayor cantidad de subgrave, mantener la zona media y estirar el punto de caída de los agudos. Este es el cóctel perfecto que ofrecen los SD4, todo ello bajo una escena que gracias a los 4 drivers, también crece considerablemente.
La mejora del control en toda la gama de frecuencias es audible desde la primera escucha, es un sonido con un salto en calidad muy considerable con respecto a los anteriores modelos, a pesar de tener una presencia estética casi calcada.
El «empaque» y sensación de coherencia en todo el rango es de casi sobresaliente. Los SD4 no juegan con un nivel de detalle pasmoso, en este caso los Noble K10U que tengo ahora mismo se nota que juegan en otra liga (también de precios), pero el conjunto ofrece ese punto de musicalidad que los convierte en muy todoterreno, y tras someterlos a todo tipo de géneros puedo decir que no van mal con nada.
Otro punto importante de los SD4 es lo fáciles y agradables que resultan de escuchar. Para aquellos que como yo tengan tendencia a fatiga auditiva con agudos muy presentes y algo marcados, encontraran a este modelo un aliado prácticamente perfecto. En este aspecto me recuerdan a los Noble Savant, que también analicé hace unas semanas, priorizando la musicalidad y las largas sesiones al microdetalle y sonido «de análisis». Si bien la caída en los SD4 es menos acentuada y gozan de una mayor presencia y extensión que los Savant, ayudada también por un mayor número de drivers.
En el apartado del timbre y de balance tonal, la suavidad y ligera calidez de la zona media hace que nos encontremos características más bien propias de un driver dinámico, y esto he de reconocer que es algo que me gusta. Todo lo que sea la naturalidad y «humanización» de las voces en este tipo de tecnología es siempre bienvenido.
Uno de los puntos fuertes de este IEM es la coherencia en la escena, presentando una relación perfecta entre amplitud, profundidad y altura. El término de «inmersión en escena» que capta el oyente no es fácil de conseguir en un IEM, y es más bien propio de auriculares orejeros abiertos o cerrados. Pues bien, los SD4 hacen un papel magistral en este apartado, consiguen trasladarte a la sala donde está tocando ese cuarteto de Jazz de una manera muy creíble. El decay y acentuación de la profundidad de la escena se aúnan para dar una experiencia que consigue un efecto envolvente muy satisfactorio, y que influye de manera directa en la percepción cercana de lo que estamos oyendo, volviéndolo más realista.
Y al final de cada escucha esto es lo que más satisfacción y mejor de boca me ha dejado, convirtiendo cada escucha en una experiencia.
Conclusiones
Los StageDiver SD4 son de esas apuestas seguras, un IEM que no falla en nada. El gran papel que realizan en todos los aspectos fundamentales en este tipo de auricular los convierte en una fácil recomendación, para todo tipo de usuarios y que no defraudará a nadie. La construcción sobria pero de primer nivel, y la facilidad de escucha son factores que se suman a mayores a este excelente IEM. Una muy grata sorpresa, desde luego.
Se puede comprar directamente a través de la web de InEar Monitoring, y todo dentro de Europa, sin aduanas.
Gracias a todos y hasta la próxima review, más pronto que tarde,
Yago.