No solo de auriculares vive el hombre, y la verdad es que si bien más «en la sombra» ya hace años que disfruto de un buen equipo de altavoces en casa, que con el tiempo ha ido variando y cogiendo forma, todo esto a mejor y buscando siempre la adecuación a la sala, con elementos bien pensados.
También no sois pocos los que me preguntáis a veces en privado por una recomendación de cajas para colocarlas en vuestro salón de casa o habitación, así que hoy os traigo mi experiencia con mi última compra en lo que a audio estacionario de altavoces se refiere, las Guru Junior en su última versión.
Vienen del norte, concretamente de Suecia. Y la verdad es que en los países nórdicos existe una interesante relación entre audio y diseño, muy arraigada en la población, desde la más joven hasta la adulta.
Diseño
Las Guru Junior, son simples, compactas y discretas. Perfectamente podrían formar parte de la idea de decoración de un bonito salón en el recorrido por la famosa cadena de muebles sueca que todos conocemos.
Algunos podrían denominarlas como demasiado simplonas, pero creo que son unas formas muy naturales, sin resultar nada llamativo en colores, ni nada que sobresalga. Los conectores traseros admiten solo tipo banana, y para dar una sensación de mayor empaque están incrustados dentro del propio cuerpo, permitiendo además acercarlas mucho a las paredes, algo que a priori pueda parecer una mala idea en cualquier otro modelo de altavoz, pero que en las Guru Junior lejos de esto, hasta resulta beneficioso por extraño que parezca así de primeras.
Mi unidad en concreto está acabada en madera de roble con terminación a la cerca natural, nada de barnices, para preservar de la manera menos adulterada la estética. El precio para este acabado es de 1120 euros, y para los que tengan menos presupuesto también se pueden adquirir en un pulcro acabado blanco mate, por unos 300 euros menos.
En general el nivel de calidad de construcción es alto, no se percibe nada criticable y transmiten una buena sensación de durabilidad a pesar de su simpleza, que en parte en una ventaja ya que encajan muy bien visualmente en muchos tipos de salas y decoraciones, algo que siempre tiene su importancia sobre todo para los/las más exquisitos en este aspecto.
Las dimensiones de la caja son muy compactas (290 × 180 × 230 mm) y es que este es uno de los monitores «full range» más reducidos del mercado, perfecto para adaptarse a cualquier habitación de un piso, incluso esas que a priori puedan parecer pequeñas.
El frontal está presidido por el cono de medios y graves realizado en fibra mineral y con un diámetro de 102mm, encima de él tenemos el tweeter de agudos perfectamente implementado y en cierta manera protegido por la hoja de acero de acabado gris azulada que tiene mi unidad. Las rejillas protectoras son opcionales si bien creo que los altavoces lucen mucho mejor sin ellas así que no se las he llegado a colocar.
Las Guru Junior traen curiosamente unos pies adhesivos con una espuma específicamente desarrollada para el peso y dimensiones de la caja, con la finalidad de aislar la caja de los pies, una inusual idea pero que funciona muy bien con este modelo de altavoz. Como consecuencia hay que prestar una mayor atención a la superficie de nuestros soportes de altavoces, ya que necesita algo más de anchura de lo normal para acoger a estos pies situados en cada uno de los cuatro vértices de la parte inferior de los altavoces. Otra opción es pegarlos directamente a las esquinas de las bases del soporte en vez de a las cajas, consiguiendo un resultado prácticamente idéntico en este caso.
En resumen un diseño muy simple y funcional, bien ejecutado y que puede encajar con una gran versatilidad en muchos tipos de habitación.
El posicionamiento de las cajas es algo a lo que se debe dar mucha atención y cuidado antes de cualquier juicio de opinión de su rendimiento, y si cabe con las Guru Junior esto es más importante; el por qué es debido fundamentalmente a que son unos altavoces expresamente diseñados para trabajar con la ayuda de las paredes, es decir, hechas para trabajar a distancias de unos 5 cm de la pared o muro trasero y ligeramente anguladas hacia el punto de escucha donde se sitúa el oyente.
La zona media barre por un buen marge a la ofrecida por las Triangle Titus EZ de un amigo, tanto por presencia como por proyección, recordemos que son un modelo suficientemente respaldado y considerado de los mejores hasta los 1000 euros, por lo que esto deja en un muy buen lugar a las Guru Junior.
Especificaciones
Respuesta típica en sala……………………………………………….34 Hz – 30 kHz
Sensibilidad………………………………………………………….87dB (@2.83V,1m)
Impedancia nominal……………………………………………………………5 ohm
Crossover…………………………………………………………….2 – 7 kHz
Amplificación recomendada………………………………………….20 W – 160 W
Tipo de recinto……………………………………………………Helmholtz resonator
Material del recinto…………………………………………………..MDF/Aluminium
Drivers……………………1× 20.5 mm soft dome tweeter, 1×102 mm cono de fibra mineral
Dimensiones…………………………………………………….290 × 180 × 230 mm
Sonido
Para mis pruebas he optado por dos situaciones diferenciadas, la primera sala ha sido mi recientemente remodelada habitación, de unos 12 metros cuadrados, situando las cajas en una pared que sin ser la principal me ofrecía las mejores condiciones. Como segunda situación opté por llevar las cajas al salón, de unos 20 metros cuadrados y con forma de rectángulo casi perfecto. De esta manera pude comprobar el rendimiento de estas cajas en dos tipos de habitaciones y condiciones, y la verdad es que en ambas ha cumplido y con nota.
Con respecto a la amplificación no soy de los que piensa que para escuchar a volúmenes medios-moderados y más si es en un piso es precisa una gran dosis de watios, y menos con unas cajas de estas características. Es por ello que he confiado en mi etapa Clones Audio 25p, con 25W muy bien dados, y también pude probarlas con el Pathos One MKII con válvulas mejoradas y 70W, en este caso se trata de un amplificador integrado híbrido.
Como función de previo el Tisbury pasivo hace muy buenas migas con la Clones y también mi querido Lotoo Paw Gold Titanium, el cual gracias a su salida el línea con posibilidad de variar el voltaje permiten que este pequeño cacharro sea un estupendo todo en uno.
Una vez bien colocadas es darle al play y no parar de disfrutar este pequeño altavoz. A pesar de su reducido tamaño suenan mucho más grandes de lo que puedan dar a entender a simple vista.
Su respuesta es muy coherente, con un grave potente y controlado, que baja lo suficiente como para no darnos la sensación de perdernos gran cosa, excepto el límite del extremo grave al cual solo son capaces de llegar los formatos de columna.
Aúna tímbrica y rapidez de una forma equilibrada y nada fatigante, ofreciendo también una buena capacidad de escala, o al menos de transmitir ciertas diferencias dependiendo de la amplificación, ya que con pocos watios suenan perfectamente bien.
Es de esas cajas que cuanto más escuchas más te gustan y más comprendes el simple concepto, que no tiene otro que hacerte disfrutar con lo que suena, anteponiendo esto a lo que ves, refiriéndome a su absoluta discreción estética.
Permiten olvidarse de paredes cercanas, ya que es muy evidente que la cantidad y el control del grave se ven favorecidas por ellas, y siempre da la sensación de dar mucho por poco. Tragando también con grabaciones no tan buenas. Un claro ejemplo de un altavoz que te hace más pensar y disfrutar de lo que estás escuchando que en otra cosa.
La precisión y coherencia de su escena es también digna de mencionar. Sin ser exageradamente grande cumple sobradas las expectativas, sobrepasando en coherencia y equilibrio a todos los altavoces de estas dimensiones que he probado hasta el momento, si bien no llega a la sensación de aire y amplitud que me aportaban mis ex Russell K50, si cabe algo enfatizada y con un resultado no tan natural, dejando a un lado que sus necesidades de amplificación son mucho mayores, lo que supone también una mayor inversión en electrónica para acompañarlas.
El agudo ofrecido por el pequeño twetter tiene una buena dosis de refinamiento y detalle, algo nada fácil de encontrar en este tipo de altavoces, permitiendo las largas escuchas sin signo alguno de fatiga, sea cual sea el género musical.
Uno de los retos para estos pequeños altavoces suelen ser la música clásica, sobre todo el piezas complejas con grandes saltos de dinámica. Pues bien tras probar un gran variado de ellas y teniendo en cuenta sus dimensiones su rendimiento es de un notable alto, gracias a la estupenda dósis de dinamismo y rapidez que ofrecen cuando se les exige, así que si tenéis un salón pequeño y no queréis renunciar a este género las Guru Junior cumplirán con creces.
Conclusiones
No es tarea fácil la de disfrutar de un buen equipo de altavoces para los que vivimos en un piso, donde el posicionamiento y las paredes juegan muchas veces en contra nuestra. En el caso de las Junior esto no solo nos tiene que dejar de preocupar, más bien están expresamente diseñadas para trabajar ayudándose de ellas y así ofrecer un mejor rendimiento.
Gracias a su dinámica, naturalidad y punch, este modelo se convierte en una recomendación obligada hasta la franja de los 1500 euros para quien esté buscando un monitor compacto.
La innegable estética nórdica de su diseño no es más que un reflejo del concepto simple y efectivo que hay detrás. Una caja que está pensada para hacernos disfrutar de nuestra música y además hacerlo de una manera fácil.