Puntuaciones
Sabaj es una marca relativamente poco conocida hasta hace no demasiado, pero que ha irrumpido con fuerza en el mercado de gama media, con interesantes productos que abarcan desde sus DAC completos de funcionalidad y excelentes medidas en SINAD, hasta el amplificador case D que hoy me ocupa, de alta eficiencia y compacto tamaño, el A20a.
El corazón «digital» del A20a lo forma un doble chip Infineon Merus MA12070, de alta eficiencia y extremado bajo consumo. Varios son los fabricantes los que recurren a este chip para el desarrollo de sus amplificadores el clase D, pero pocos son los que los implementan en doble configuración. Esto le otorga una ventaja al Sabaj frente a la competencia.
¿El precio? Ahora mismo se puede adquirir a través de Amazon, por 219,99€.
Promete 50W bajo una carga de 8Ω , potencia que se duplica si conectamos una carga de 4Ω.
El «unboxing» y presentación
Para dar al cliente un producto con estas prestaciones bajo un precio relativamente comedido, Sabaj toma la decisión de dar un embalaje más espartano, con los componentes justos y necesarios, sin alardes. Otra manera de ajustar costes es que este A20a comparte muchos de los conectores, mando, rueda del selector de volumen, etc con el DAC A20d; unidad que incluso podremos alimentar gracias a la salida de 15V en continua y un cable cable dedicado que incorpora de serie el A20a.
El formato del mando os sonará, puesto que lo comparten bastantes marcas chinas y primas/hermanas a Sabaj, como SMSL, Topping, y demás. Es un mando simplón, pequeño, ligero y con el que podremos controlar todas las funciones de este A20a. He de apuntar la comunicación por infrarrojos es bastante direccional, por lo que se debe apuntar de frente al amplificador, para que capte la señal correctamente, de otra forma será imposible.
A mayores de esto tenemos como únicos accesorios: el cable de red y un cable alimentador corto para la salida de 15V en continua, en caso de que queramos emparejarlo con el DAC a20d.
Para los que que valoren la estética de un conjunto completo en formato compacto y de cubo, las cotas exteriores del A20a coincidirán con el A20d + A20h (amplificador de auriculares) apilados, tal y como se puede ver en la siguiente imagen:
El diseño
Con sólo 10 cm de ancho en frontal, 17,5cm de fondo y 12,5cm de alto, el Sabaj A20a es posiblemente el integrado más pequeño que ha pasado por el banco de pruebas.
Recientemente he adquirido un nuevo espacio para escuchas, con total remodelación y rack a medida incluido; en él este Sabaj pasa totalmente desapercibido, como si se tratara más bien de un accesorio, en una comparativa directa con un amplificador de dimensiones y peso más tradicional, como es el Audiolab 6000a que también poseo, es literalmente una quinta parte. Y es que los diseños en clase D, tienen esta ventaja, adecuándose a chasis mucho más acotados, ya que no hay necesidad de grandes toroidales para la alimentación.
El frontal de símil cristal, está presidido únicamente por una rueda multifuncional, con la que además de subir y bajar el volumen, podremos manejar todo el menú. Dentro de éste último el Sabaj ofrece control de tono, agudos y graves, así como alternar entre entradas SE y balanceadas mediante XLR.
He de apuntar que el manejo no resulta intuitivo, y buscando simplificar tanto los controles al final han complicado más la situación. A ello no ayuda la fácil confusión entre las letras expuestas, dado que es fácil errar entre la «E», «B» y «T» de «treble».
La parte trasera del A20a alberga las entradas analógicas mediante XLR (balanceadas) o RCA (no balanceadas), la salida dedicada para subwoofer, la salida de continua en 15V, los bornes para altavoces, el interruptor de encendido/apagado y el socket para en conector de red.
Los conectores para altavoces son de calidad más que decente teniendo en cuenta el precio, de hecho no los considero de peor calidad a los que incluye mi Audiolab 6000A, que cuadriplica el precio. Permiten además el uso de conectores tipo banana, como los de la reconocida Nakamichi.
Especificaciones
-THD+N: 0,0033%.
-SNR: 105dB.
-Separación estéreo: 93dB.
-Potencia: 50W x 2 (8 Ohm), 90W x 2 (4 Ohm).
Sonido
Tras un rápido desempaquetado e instalación en el rack dedicado, conecté el A20a por RCA a las salidas tanto de la sección del DAC de mi Audiolab 6000A como al PAW S2 en su modo «line out», siendo mis dos fuentes principales durante las pruebas.
Como monitores acompañantes he confiado en mis KEF LS50 (versión 1), por si alguien no las conociera os apunto que con una sensibilidad próxima a 84dB reales y caídas de impedancia en ciertos rangos de frecuencia hasta los 3,5 Ohm, resultan unos altavoces nada sencillos de mover, sobre todo por los requerimientos de entrega de corriente.
Los chip MA12070 incorporados pueden entregar en combinación (configuración doble) hasta 16A, por lo que por fortuna no han tenido problemas para mover con soltura las KEF.
Haciendo uso de todo tipo de géneros el Sabaj se muestra como un amplificador que saca un nivel resolutivo de las KEF propio de unidades bastante más costosas. El grave sin hacer uso de ninguno de las ecualizaciones predefinidas es extremadamente compacto, limpio y sujeto en todo momento de la reproducción.
En comparación directa con el grave que saca de las LS50 mi Audiolab 6000A, éste último se comporta de una manera mucho más cercana a un clase A puro o valvular, con un medio-grave más presente y de mayor influencia en la zona media. Por contra el A20a nos ofrece un sonido más preciso y clínico, donde es más fácil de apreciar cada golpeo del bombo de la batería, «parándose» antes en el tiempo.
Como buen clase D la coloración de la zona media es prácticamente inexistente, y eso juega tanto para lo bueno como para lo malo. En acústica e instrumental es algo que incluso el oido agradece cuando se está en «modo análisis», este perfil más neutro provoca menos distracciones resultando en que captemos los matices de una manera más directa. Por contra carece de la «presencia» y la «personalidad» que un buen clase A o A/B es capaz de mostrar en esta gama de frecuencias.
Y es que voces como la de Sam Smith, Gregory Porter o Melody Gardot, resultan menos plenas y más comedidas cuando hago uso del Sabaj, confrontándolo de manera directa con el Audiolab.
Esto es algo que se le achaca de manera bastante frecuente a los diseños en clase D, con la eficiencia en mente a la hora de su diseño, y que si bien brillan en las medidas SINAD, no resultan tan musicales ni «melosos» como amplificadores de diseño más a la vieja escuela.
Pero la hora de la verdad, siendo justos y teniendo en cuenta el PVP de este modelo, sería injusto no reconocer las numerosas virtudes de este diseño.
La primera sin duda es la soltura con la que maneja monitores o altavoces, para los que de otra forma sería necesario multiplicar el presupuesto con otra unidad. La limpieza, precisión y definición en todo el rango de frecuencias, es otro de los puntos más destacados del Sabaj.
Si alguien espera un amplio palco sonoro con este amplificador quizás se lleve una desilusión. El A20a representa una escena correcta, que peca en poca profundidad y altura, pero sí goza de gran amplitud lateral.
Conclusiones
La revolución del «Chifi» y de las medallas frente al SINAD llega también a los integrados, en forma de amplificadores clase D de muy altas prestaciones. El A20a de Sabaj es un claro ejemplo de lo que puede llegar a rendir un diseño bien pensado, tanto en esquema como a nivel del componentes.
Un amplificador de excelente calidad objetiva, que cumple extremadamente bien por su precio, pero que se deja algo de «alma» por el camino.
Un modelo recomendable para todo tipo de usuario, incluso para aquellos más exigentes que valoren una respuesta neutra por encima de todo.