De vez en cuando dejo a un lado las gamas altas y os traigo algún caramelo que merezca la pena de las gamas más básicas. Hoy es uno de esos días en los que toca analizar un iem dinámico, para aquellos que no se puedan permitir gastar más de 2 cifras. Pero no por ello tienen que renunciar a una cierta calidad.

Los Kinera Sif son blancos, cómodos, llevan un driver dinámico bastante bien afinado, y lo mejor es que sólo cuestan unos 33€ al cambio. En las siguientes líneas trataré de transmitiros un poco más acerca de ellos.

El «unboxing» y presentación

La caja de los Sif es bastante «cool», por qué no decirlo, no es habitual encontrarse una forma hexagonal, y parece sacada directamente de un panel de abejas gigante. Dentro quizás la presentación sea más básica y convencional, con la típica funda negra circular, que podemos encontrar en el 85% de auriculares de gama baja. Si estuviera ante un modelo más caro no tendría reparo en achacarles lo espartano de su variedad de accesorios. Pero por 33€ y para mantener unos costes de producción ajustado es más que lógico que no tiraran la casa por la ventana. Es preferible ofrecer la máxima calidad posible en los propios iems.

Aparte de las almohadillas blancas ya instaladas, vienen 2 pares más, en talla L y S. Escaso quizás para la variedad de usuarios que podrán adquirir este modelo, pero por otro lado no son de esas que dan ganas de tirar nada más verlas, la silicona con la que están hechas presenta un grosor adecuado, y en particular la talla M se me adaptó perfectamente desde el primer intento.

El cable que viene incluido es por suerte desconectable, a través del típico conector MMCX, el cual debo decir que no aporta una seguridad suficiente en la operación de conectar/descontar, ya que existe un cierto juego en las cápsulas, así que recomiendo no toquetear mucho, y dejarlos como están. ¿Quién querría además colocar un cable más caro que los propios iems?

El diseño

Acuñaba al término «cool» en referencia a la caja de los Sif, y me veo obligado a aplicarlo también al diseño de las cápsulas, con unas formas bastantes trabajadas en las que destacaría sobre todo la hendidura de las caras exteriores, que no sólo juegan papel en la estética del conjunto, sino que ayudan además a mantener un perfil bajo, sin que apenas sobresalgan de la oreja.

Las formas curvas del interior de las cápsulas fluyen con gran coherencia, y se adaptan como un guante a la concha de la oreja, o al menos de la mía en particular. Es un iem realizado íntegramente en plástico, aquí no hay alardes, pero es a su vez extremadamente ligero, lo que unido a su excelente comodidad y adaptación te hace sentir como si no llevaras nada.

El logo de Kinera acabado en cromado y realizado con un acertado relieve da el punto justo a la estética de estos iems para que no caigan en el lado soso.

Mención especial requiere el cable, que es de un trenzado al aire, del que la compañía no aporta muchos datos más allá de que se trata de un 4 conductores de plata (si bien tengo mis dudas en ello). Se siente fino, y acompaña bien al conjunto del iem, sin tener una calidad reseñable. El conector de 3,5mm carece de ángulo, y es recto, con un acabado cromado al igual que los logos de las cápsulas.

Al igual que su comodidad en nivel de insonorización cumple con nota, a años luz en este aspecto de los famosos KZ por poner un ejemplo. Son el típico iem que apetece ponerse para dar un paseo por la ciudad, un día de esos de tráfico denso y bocinas por doquier.

Sonido

El nivel de exigencia en las pruebas de un iem de este calibre, y teniendo el oído acostumbrado a «bestias» mucho más caras es básico mantenerlo acorde a su precio, de lo contrario no sería nada justo.

Los Sif son unos iems que al menos resultan coherentes y agradables de escuchar. No es complicado llevarlos a su límite con ciertos géneros, donde se aprecia cierta saturación sobre todo con piezas de muchos instrumentos, exigentes para el driver de 10mm. Así que lo veo más como un modelo para pop, rock y vocal, donde su timbre no defrauda y rinde perfectamente bien contra modelos de hasta 50 euros, todo un alago para mantenerse por debajo de los 35.

Tienen un bajo tímido en extensión, que se centra en ofrecer un pequeño «punch» de medio-grave, que resulta convincente para la mayor parte de la música actual, que no sea dance o house, géneros donde se echa en falta mayor información en el sub-grave. Se nota que Kinera no ha querido arriesgar, y han ido a por un «tuning» seguro, con unos agudos bastante recortados a partir de los 10kHz, a partir de aquí y siendo sincero apenas consiguen sacar detalle. Esto elimina cualquier pico o arista que te haga torcer el gesto, léase KZ6, y sin duda es un rumbo acertado en estas gamas.

Los medios ofrecen una sorprendente buena claridad para la gama de precios, pero no suenan tan extensos o con el peso de los 1MORE Triple Driver. Injusta comparativa si tenemos en cuenta que los segundos cuestan directamente el doble, pero así lo es también en proporción su presencia en la gama media.

La sensación de profundidad es muy justa, centrándose en ofrecer una aceptable amplitud, por lo que la escena no es su fuerte. Se echa en falta también algo más de aire en la parte alta, sobre todo con algo de clásica, donde en ciertos pasajes tienden a sonar algo «congestionados».

En cuanto a sensibilidad es de unos 110dB, lo que permite utilizarlos desde cualquier smartphone, que por otro lado es para lo que han sido diseñados. No obstante durante mis pruebas he observado cierta mejoría, sobre todo en la pegada del grave, conectado a un DAC/Amp portátil como el iFi Micro BL.

Conclusiones

Los Kinera Sif son unos iem de entrada, que no defraudan. Cumplen sobradamente para su precio, y son una perfecta opción para aquellos que queráis dar el siguiente paso con respecto a los auriculares genéricos que vienen incluidos con la mayor parte de smartphones. Son cómodos, particularmente su diseño me parece que tiene un punto de clase acertado, y además apenas pesan.

Un perfecto amigo para callejear y pegarse unas buenas caminatas con nuestra playlist favorita, sin más preocupaciones ni altas expectativas.